La sordera o hipoacusia es un déficit sensorial que dificulta la adquisición y desarrollo del leguaje, problema que puede paliarse gracias a un diagnóstico temprano en los primeros meses de vida y a un proceso de rehabilitación auditiva y logopédica.
El diagnóstico precoz permite aprovechar la enorme capacidad de aprendizaje de los tres primeros años de vida gracias a la plasticidad cerebral en esta etapa, el/la niño/a accede al lenguaje oral de manera natural, con menos esfuerzo y mejores resultados.
Si una sordera se detecta a tiempo:
El programa de detección precoz de la sordera se lleva a cabo en tres fases con las siguientes pruebas: